Arthur Schopenhauer , (Gdansk, 22 de febrero de 1788-Fráncfort del Meno, Reino de Prusia, 21 de septiembre de 1860) fue un filósofo alemán, considerado uno de los más brillantes del siglo XIX y de mayor importancia en la filosofía occidental, de los primeros en manifestarse abiertamente como ateo, así como el máximo representante del pesimismo filosófico. En su sistema reunió teoría del conocimiento, metafísica, estética y ética a partir de un mismo eje, caracterizando al mundo de los fenómenos como la manifestación de una voluntad ciega e irracional, la cual sería la esencia del mundo o noúmeno. Su filosofía, concebida esencialmente como un «pensar hasta el final» de la filosofía de Kant, es deudora de Platón y Spinoza y ha servido además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo, el taoísmo y el vedanta, al afirmar principios como el ascetismo y la noción de la apariencia del mundo. En su obra tardía, a partir de 1836, presenta su filosofía en abierta polémica contra los desarrollos metafísicos postkantianos de sus contemporáneos.
Schopenhauer murió como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio el 21 de septiembre de 1860.
Tanto prevalece la salud por sobre todos los bienes exteriores que probablemente un mendigo sano sea más feliz que un rey enfermo Arthur Schopenhauer
La soledad ofrece al hombre colocado a gran altura intelectual una doble ventaja: estar consigo mismo y no estar con los demás Arthur Schopenhauer
Predicar moral es cosa fácil; mucho más fácil que ajustar la vida a la moral que se predica Arthur Schopenhauer
La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter; de tal manera que se puede afirmar, de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona Arthur Schopenhauer
El suicidio, lejos de negar la voluntad, la afirma enérgicamente. Pues la negación no consiste en aborrecer el dolor, sino los goces de la vida. El suicida ama la vida; lo único que pasa es que no acepta las condiciones en que se le ofrece. Arthur Schopenhauer
Si reinase la justicia bastaría con haber construido nuestra casa y no se necesitaría otra protección que la del derecho público de propiedad. Pero como lo que está a la orden del día es la injusticia, se exige que quien ha construido su casa esté también en condiciones de protegerla; de lo contrario, es incompleto su derecho a ella y el agresor tiene derecho a la fuerza bruta. Arthur Schopenhauer
El hombre inteligente busca una vida tranquila, modesta, defendida de infortunios; y si es un espíritu muy superior, escogerá la soledad Arthur Schopenhauer
En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad Arthur Schopenhauer
Todo imbécil execrable, que no tiene en el mundo nada de que pueda enorgullecerse, se refugia en este último recurso, de vanagloriarse de la nación a que pertenece por casualidad. Arthur Schopenhauer