Una de las grandes pasiones de León Tolstoi era el ajedrez, el cual jugaba constantemente con uno de sus mejores amigos, M. Goldenveiser, profesor del conservatorio de Moscú.
Un hombre es como una fracción cuyo numerador corresponde a lo que él es, en tanto que el denominador es lo que cree ser León Tolstoi
El conocerse demasiado o demasiado poco, constituye un estorbo para el acercamiento de dos personas. León Tolstoi
El error es la fuerza que une a los hombres; la verdad se le comunica a los hombres por medio de las acciones verdaderas. León Tolstoi
El hombre puede vivir y estar sano sin que tenga que matar animales para alimentarse. Si come carne se hace culpable del asesinato de los animales, sólo para dar gusto a su propio paladar León Tolstoi
No hay que escribir sino en el momento en que cada vez que mojas la pluma en la tinta, un jirón de tu carne queda en el tintero. León Tolstoi