Publicó varias decenas de relatos cortos y algunas novelas largas. Tras el estallido de la segunda guerra mundial se convirtió en corresponsal de guerra para el Ejército Rojo, publicando para el diario Krásnaya Zvezdá (Estrella Roja) aclamadas crónicas de primera mano de las batallas de Moscú, Stalingrado, Kursk y Berlín.
Yo soy tú, querida madre, y mientras yo viva, tú también lo harás. Cuando muera tú seguirás viviendo en este libro que te he dedicado y cuyo destino está estrechamente atado a tu destino. Vasili Grossman
¿Es que todo aquello iba a comenzar de nuevo? ¿Era posible que después de la guerra a uno le tuviera que dar un vuelco el corazón cada vez que oía pasos en la noche, ante cada toque de claxon? Vasili Grossman
Estaba muy interesado en los prisioneros de guerra rusos y siempre intentaba entablar conversación con ellos sobre las tácticas de los alemanes y las causas de los fracasos del primer año de guerra. Vasili Grossman
El antisemitismo es un espejo donde se reflejan los defectos de los individuos, de las estructuras sociales y de los sistemas estatales. Dime de qué acusas a un judío y te diré de qué eres culpable. Vasili Grossman
(...) Todo ello demostró que el instinto de libertad en el hombre es invencible. Había sido reprimido, pero existía. El hombre condenado a la esclavitud se convierte en esclavo por destino, pero no por naturaleza. Vasili Grossman
Cuando eras pequeño, solías correr a mí en busca de protección. Ahora, en estos momentos de debilidad, quisiera esconder mi cabeza entre tus rodillas para que tú, inteligente y fuerte, me defendieras, me protegieras. Vasili Grossman
Pero a una altura aterradora, por encima de aquellos líderes, por encima de la estratósfera, había un mundo oscuro, incomprensible, confuso, cuya falta de lógica era inquietante, y en aquel mundo superior imperaba el Führer. Vasili Grossman
Pero cuanto más se abren ante mí las tinieblas del fascismo, más claro veo que lo humano es indestructible y que continúa viviendo en el hombre, incluso al borde de la fosa sangrienta, incluso en la puerta de las cámaras de gas. Vasili Grossman
Pero el hecho de que los arrestados fueran eminentes y conocidos carecía de importancia. La cuestión era que célebres o anónimas, modestas e insignificantes, aquellas personas eran inocentes, y realizaban su trabajo honestamente. Vasili Grossman