Yukio Mishima (三島 由紀夫, Mishima Yukio?, Tokio, Imperio del Japón, 14 de enero de 1925-ibídem, Estado del Japón, 25 de noviembre de 1970), cuyo nombre de nacimiento era Kimitake Hiraoka (平岡 公威, Hiraoka Kimitake?) fue un novelista, ensayista, poeta, dramaturgo, guionista y crítico japonés de familia kazoku Considerado uno de los más grandes escritores de Japón del siglo XX, fue reconocido como uno de los más importantes estilistas en lengua japonesa de posguerra.
Mishima escribió 40 novelas, 18 obras de teatro, 20 libros de relatos, y, al menos, 20 libros de ensayos, así como un libreto. Una gran porción de su obra se compone de libros escritos rápidamente sólo por los beneficios monetarios, pero, incluso no teniendo en cuenta estos, seguimos ante una obra de grandes proporciones.
Cuando uno se convence de que, al enamorarse, resulta tremendamente vulnerable, la idea de haber vivido hasta entonces desconocedor de esta verdad le hace estremecerse. Por esta razón, el amor vuelve virtuosas a ciertas personas Yukio Mishima
El problema es que el entorno político moderno ha comenzado a actuar con la irresponsabilidad propia del arte, reduciendo la vida a un concierto absolutamente ficticio; ha transformado la sociedad en un teatro y al pueblo en una masa de espectadores... Yukio Mishima
La edad promedio de un hombre en la Edad de Bronce era dieciocho años; en la era romana, veintidós. El paraíso debe haber sido hermoso entonces. Hoy debe ser terrible. Cuando un hombre llega a los cuarenta no tiene posibilidad de morir bellamente. Sin importar cuánto se esfuerce, morirá por deterioro. Debe obligarse a vivir. Yukio Mishima
Los jóvenes creen estúpidamente que lo que es nuevo para ellos debe serlo también para cualquier otro. Por mucho que abominen de los convencionalismos, están simplemente repitiendo lo que otros hicieron antes. La única diferencia es que la sociedad ya no se asombra tanto como antes de sus extravagancias y que para llamar la atención los jóvenes han de incurrir en exageraciones cada vez mayores. Yukio Mishima
Cualquier hombre, por fascinante que pueda ser, acaba por convertirse en ridículo a causa de su deseo sexual Yukio Mishima
Las emociones, en efecto, no siguen un orden fijo. Antes bien, y al igual que las partículas del éter, prefieren revolotear con libertad y flotar eternamente trémulas y cambiantes Yukio Mishima
En realidad lo que estaba experimentando era la fatiga corrosiva de la negligencia, de la disipación, de una pereza corrompida y de una vida sin futuro posible. Yukio Mishima
Una promesa es un concepto vago hasta el momento en que entra en juego el concepto de lealtad. Yukio Mishima
Su rostro desprendía algo como una sensación de sombría superioridad. A lo mejor era la expresión del sentimiento que queda cuando la autoestima de uno va siendo paulatinamente lastimada. Yukio Mishima