Murió el 4 de febrero de 1893 en Vigo, Pontevedra, donde fue enterrada. Es su epitafio el lema que la acompañó durante toda su vida: A la virtud, a una vida, a la ciencia.
Hay como una amarga complacencia en sufrir una injusticia, que parece legitimar el odio Concepción Arenal
Hay tanta justicia en la caridad y tanta caridad en la justicia que no parece loca la esperanza de que llegue el día en que se confundan Concepción Arenal
Para el espíritu, como para el cuerpo, lo que limita la acción menoscaba la alegría Concepción Arenal
Entre los que son igualmente malos no hay paz si no es la impuesta por el miedo de alguno que es peor. Concepción Arenal
La compasión, buena siempre, es en muchos casos la celestial precursora de la justicia. Concepción Arenal