Murió el 4 de febrero de 1893 en Vigo, Pontevedra, donde fue enterrada. Es su epitafio el lema que la acompañó durante toda su vida: A la virtud, a una vida, a la ciencia.
La democracia, como la aristocracia, como todas las instituciones sociales, llama calumnias a las verdades que le dicen sus Concepción Arenal
Sustituir el amor propio por el amor a los demás es cambiar un tirano insufrible por un buen amigo Concepción Arenal
El amor es para el niño como el sol para las flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser fuerte. Concepción Arenal