Martín Lutero (en alemán: Martin Luther; Eisleben, 10 de noviembre de 1483-Eisleben, 18 de febrero de 1546), nacido como Martin Luder, fue un teólogo, filósofo y fraile católico agustino que comenzó e impulsó la Reforma protestante en Alemania y cuyas enseñanzas inspiraron la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo. Lutero exhortaba a la Iglesia a regresar a las enseñanzas originales de la Biblia, lo que produjo una reestructuración de las iglesias cristianas católicas en Europa.
Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda. Martín Lutero
Señor Jesús. Tú eres mi justicia así como yo soy tu pecado. Has tomado sobre Ti todo lo que soy y me has dado y cubierto con todo lo que Tú eres. Tomaste sobre Ti lo que Tú no eres y me diste lo que yo no soy. Martín Lutero
La razón humana es como subir un hombre borracho a un caballo; lo subes por un lado, y se cae por el otro Martín Lutero
Hice una alianza con Dios: que El no me mande visiones, ni sueños, ni siquiera ángeles. Estoy satisfecho con el don de las Escrituras Sagradas, que me dan instrucción abundante y todo lo que preciso conocer tanto para esta vida cuanto para lo que ha de venir. Martín Lutero
Si no se me convence con testimonios bíblicos, o con razones evidentes, y si no se me persuade con los mismos textos que yo he citado, y si no sujetan mi conciencia a la Palabra de Dios, yo no puedo ni quiero retractar nada, por no ser digno de un cristiano hablar contra su conciencia. Heme aquí; no me es dable hacerlo de otro modo. ¡Que Dios me ayude! ¡Amén! Martín Lutero
Un maestro que permanece mudo cuando se enseña el error, y no obstante pretende ser un maestro de la verdad, es peor que un fanático descarado y con su hipocresía hace más daño que un hereje... éstos no quieren ofender a nadie, o decir una palabra en favor de Cristo, o combatir al diablo y al mundo Martín Lutero
Siendo propiedad del Señor Jesucristo a gran precio adquirida, no debemos ser esclavos de Satanás ni de hombre, sino señores verdaderamente libres que no sirven al pecado sino al Señor Jesús Martín Lutero
La superstición, la idolatría, y la hipocresía tienen grandes pagas, pero la verdad tiene que mendigar Martín Lutero