Sufrir percances no es sufrir una desgracia; pero soportarlos con abnegación es una virtud meritoria. Marco Aurelio
No vivas como si tuvieses mil años por delante. El destino está a un paso, hazte bueno mientras la vida y la fuerza son todavía tuyas. Marco Aurelio
¡Asia, Europa: rincones del mundo; todo el océano: una gota del universo! El Athos: un minúsculo terrón en todo el universo; todo el presente, un instante en la eternidad Marco Aurelio
Pase lo que pase a ti, que estaba preparado para ti desde toda la eternidad, y la implicación de las causas fue desde la eternidad girando el hilo de tu ser y de lo que es incidente a él. Marco Aurelio
Un hombre noble compara y estima a sí mismo por una idea que es superior a él, y un hombre malo, por uno menor que él. La produce una aspiración, y el otro ambición, que es la forma en la que un hombre vulgar aspira Marco Aurelio
Marco Aurelio Antonino Augusto,[2] apodado el Sabio o el Filósofo[3] (Roma, 26 de abril de 121[4]-Vindobona o Sirmio, 17 de marzo de 180), fue emperador del Imperio romano desde el año 161 hasta el año de su muerte en 180. Fue el último de los llamados Cinco Buenos Emperadores, tercero de los emperadores de origen hispano[5] y está considerado como una de las figuras más representativas de la filosofía estoica.
La gran obra de Marco Aurelio, Meditaciones, escrita en griego helenístico durante las campañas de la década de 170, todavía está considerada como un monumento al gobierno perfecto. Se la suele describir como "una obra escrita de manera exquisita y con infinita ternura".