Martin Luther King Jr. (nacido Michael King Jr.; Atlanta, 15 de enero de 1929-Memphis, 4 de abril de 1968) fue un ministro y activista bautista estadounidense que se convirtió en el portavoz y líder más visible del movimiento de derechos civiles desde 1955 hasta su asesinato en 1968.
Según sus biógrafos entre 1957 y 1968 recorrió casi 10 millones de kilómetros y habló en público más de 2.500 veces. Fue arrestado en más de 20 ocasiones. Una de ellas por protestar por la detención de Rosa Parks (la mujer negra que se negó a ceder su asiento a un blanco en un autobús). Por ello estuvo en prisión 382 días.
Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos. Martin Luther King
Si un hombre es llamado a ser barrendero, debería barrer las calles incluso como Miguel Ángel pintaba, o como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía poesía. Debería barrer las calles tan bien que todos los ejércitos del cielo y la tierra puedan detenerse y decir: aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo Martin Luther King
Devolver odio por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso. Martin Luther King
Nunca, nunca tengas miedo de hacer lo correcto, especialmente si el bienestar de una persona o animal está en juego. Los castigos de la sociedad son pequeños en comparación con las heridas que infligimos a nuestra alma cuando miramos para otro lado. Martin Luther King
El amor es el poder más duradero del mundo. Esta fuerza creativa, tan bien ejemplificada en la vida de nuestro Cristo, es el instrumento más potente disponible en la búsqueda de la humanidad por la paz y la seguridad. Martin Luther King
Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos. Martin Luther King
No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena Martin Luther King