Santo Tomás de Aquino (en italiano, Tommaso d'Aquino; Roccasecca, 1224/1225-Abadía de Fossanova, 7 de marzo de 1274) fue un presbítero, fraile, teólogo, filósofo y jurista católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es considerado el principal representante de la enseñanza escolástica y una de las mayores figuras de la teología sistemática. En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII, además de ser punto de referencia de las escuelas del pensamiento tomista y neotomista.
Es preciso admitir algo que sea absolutamente necesario, cuya causa de su necesidad no esté en otro, sino que él sea causa de la necesidad de los demás. Todos le dicen Dios Tomás de Aquino
La existencia de Dios es evidente en sí misma, pero no para nosotros, por tanto, debe demostrarse Tomás de Aquino
Educar es promover a la prole el estado perfecto del hombre en cuanto hombre, esto es, al estado de virtud Tomás de Aquino
El verdadero maestro es aquel que ayuda al alumno a alcanzar la perfección de la ciencia Tomás de Aquino
El amor no es una pasión, porque ninguna virtud es pasión, y todo amor es cierta virtud Tomás de Aquino
Los bueno es aquello en cuya posesión el apetito descansa, y lo bello, en cambio, aquello cuya contemplación agrada Tomás de Aquino