Julio Florencio Cortázar (Ixelles, 26 de agosto de 1914-París, 12 de febrero de 1984) fue un escritor y traductor argentino; este último oficio lo desempeñó para la Unesco y varias editoriales. Sin renunciar a su nacionalidad argentina, optó por la francesa en 1981, en protesta contra la dictadura militar en su país, que lo persiguió y prohibió y que él denunció a la prensa internacional desde su residencia en París. Considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, fue maestro del cuento, la prosa poética y la narración breve en general.
Sus restos descansan en el cementerio de Montparnasse, en París y los seguidores que lo visitan acostumbran a dejar "rayuelas", debido a su novela con el mismo nombre, dibujadas en papel en su tumba.
Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio Julio Cortázar
Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo. Julio Cortázar
Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo. Lo que me gusta de tu sexo es la boca. Lo que me gusta de tu boca es la lengua. Lo que me gusta de tu lengua es la palabra Julio Cortázar
La humanidad empezará verdaderamente a merecer su nombre el día en que haya cesado la explotación del hombre por el hombre Julio Cortázar
Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitas a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa Julio Cortázar