Ser como somos, y convertirnos en lo que somos capaces de convertirnos, es el único fin de la vida. Robert Louis Stevenson
La vida se divide entre los que arriesgan y los que no. Use Lahoz
El éxito es el desarrollo del poder con el que uno consigue cualquier cosa que desea en la vida, sin interferir con los derechos de los demás Napoleon Hill
Habiendo emprendido desde hace ya varios meses una tournée ajedrecística por América del Sur, y habiendo encontrado en esta ocasión los mejores jugadores de casi todos los Estados en plena actividad, puedo afirmar que el ajedrez brasileño ocupa en ellos uno de los primeros puestos. Alexander Alekhin
El Manifiesto (Manifiesto Comunista) expone las contradicciones internas del sistema de producción contemporánea, su naturaleza transitoria y la inevitabilidad de su desaparición. Felipe González
No se trata de que sea necesario conseguir algo, sino de que es necesario salirse de donde se está Puedo convertirme en lo que quieran que sea. Y creerlo Marguerite Duras
Aunque digan o hagan lo que quieran es preciso que yo sea un hombre de bien; lo mismo que el oro, la esmeralda o la púrpura, digan o hagan lo que quieran los hombres, tendrán su brillo propio Marco Aurelio
Si el rango y el dinero vienen acompañados del amor y la virtud, los aceptaría agradecida y gozaría con vuestra buena fortuna; pero sé por experiencia cuánta felicidad real se encuentra en una casa pequeña, donde se gana el pan diario y algunas privaciones dan mayor dulzura a los pocos placeres. Louisa May Alcott
Un salto corto es sin duda más sencillo que uno largo, pero nadie que quisiera cruzar un foso ancho empezaría por saltar hasta su centro. Carl von Clausewitz
Todas las razones que hacen que el inicio de fuerza física sea un mal absoluto, hacen que el uso defensivo de la fuerza sea un imperativo moral. Si una sociedad pacifista renunciase al uso defensivo de la fuerza, quedaría indefensa a merced del primer matón que decidiese ser inmoral Ayn Rand
La música despierta en nosotros diversas emociones, pero no las más terribles, sino más bien los pensamientos dulces de ternura y amor Charles Darwin