El viejo Dios creó a los hombres del ayer lejano, es decir, a un humano que poseía la facultad de errar, de modo que el que erró fue el mismísimo Dios. La tabla pitagórica es más sabia y más absoluta que el viejo Dios, pues jamás se equivoca, jamás yerra.
Yevgueni Zamiatin

Frases de Yevgueni Zamiatin - El viejo Dios creó a los hombres del ayer lejano, es decir, a un humano que poseía la facultad de errar, de modo que el que erró fue el mismísimo Dios. La tabla pitagórica es más sabia y más absoluta que el viejo Dios, pues jamás se equivoca, jamás yerra.

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Realmente no estoy tan solo, ¿quién te dijo que te fuiste? Si uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan. Y a ti se te extraña tanto.
Ricardo Arjona
Los problemas significativos que enfrentamos no pueden resolverse en el mismo nivel de pensamiento que teníamos cuando los creamos.
Albert Einstein
Si en general es el tiempo un factor importante de la política, se centuplica su importancia en época de guerra y de revolución.
León Trotski
El hombre todo lo perfecciona en torno suyo; lo que no acierta es a perfeccionarse a sí mismo
Jean Baptiste Alphonse Karr
Cuando comienzas a intentar resolver un problema, las primeras soluciones que se te vienen a la cabeza son muy complejas y por eso la mayor parte de la gente se queda parada cuando llega a este punto. Pero si sigues, vives con el problema y pelas más capas de la cebolla, llegas a menudo a soluciones muy elegantes y muy simples
Steve Jobs
Hemos preparado a los hombres para pensar en el futuro como una tierra prometida que alcanzan los héroes, no como lo que cualquiera alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga.
C. S. Lewis
Allí estará mi tumba.
Gustavo Adolfo Bécquer
Es una carga demasiado pesada para un solo corazón sufrir por dos.
Eurípides
Una institución es una sombra larga que proyecta el hombre.
Ralph Waldo Emerson
Los que se han encontrado con el Señor Hitler cara a cara en asuntos públicos o en términos sociales han podido apreciar que se trata de un político altamente competente, ponderado, bien informado, de modales agradables y una desarmante sonrisa
Winston Churchill