(...) Son niños. Por el momento, lo que hay que hacer es cuidarlos física y mentalmente, apartarlos del peligro, evitar que mueran, quererles, cuidarles, hacerles felices. Como ya nosotros no podíamos ayudarles desde dentro, tenemos que ayudarles desde fuera y pedir al mundo de fuera que nos ayuden también.
Zenobia Camprubí Aymar

Frases de Zenobia Camprubí Aymar - (...) Son niños. Por el momento, lo que hay que hacer es cuidarlos física y mentalmente, apartarlos del peligro, evitar que mueran, quererles, cuidarles, hacerles felices. Como ya nosotros no podíamos ayudarles desde dentro, tenemos que ayudarles desde fuera y pedir al mundo de fuera que nos ayuden también.

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Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales
Immanuel Kant
La vida florece por el trabajo, vieja verdad.
Arthur Rimbaud
¿Qué mayor dolor puede haber para los mortales que ver muertos a sus hijos?
Eurípides
La luna, como una flor en el alto arco del cielo, con deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche.
William Blake
La palabra dicha no puede volver atrás.
Horacio
Si has de casarte, cásate por los oídos y no por los ojos
Anónimo
Si y no son las palabras más antiguas y simples, pero que requieren más reflexión
Pitágoras
El deber de los escritores no es conservar el lenguaje sino abrirle camino en la historia. Los gramáticos revientan de ira con nuestros desatinos pero los del siglo siguiente los recogen como genialidades de la lengua. De modo que tranquilos todos: no hay pleito. Nos vemos en el tercer milenio
Gabriel García Márquez
Las batallas de la vida no siempre van al hombre más fuerte o más rápido, pero tarde o temprano el hombre que gana es el hombre que piensa que puede.
Bruce Lee
El primer gobernante de una sociedad no debe tener más bandera que la ley; la felicidad común debe ser su norte, e iguales los hombres ante su presencia, como lo son ante la ley; sólo debe distinguir el mérito y la virtud para recompensarlos; al vicio y al crimen para procurar su castigo.
Benito Juárez