A ti te odio más, pues atraes pero no eres lo suficientemente fuerte como para retenerme junto a ti. Friedrich Nietzsche
... los decretos o mandatos de Dios y, por tanto, su providencia no son, en realidad, más que el orden de la naturaleza;... Baruch Spinoza
No soy un genio del ajedrez, soy un genio que juega ajedrez. Bobby Fischer
Habrá que mortificar la carne y obligarla a obedecer al espíritu, hasta que esté dispuesta a todo Tomás de Kempis
El envidioso enflaquece al ver la opulencia del prójimo Horacio
Nada tan difícil como decidirse Marlene Dietrich
Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero de cuyo ingenio goza el estudioso, sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ocultar las profundas tinieblas de lo insondable. Carl Gustav Jung
Mi primer trabajo, emprendido para resolver las dudas que me asaltaban, fue una revisión crítica de la filosofía hegeliana del Derecho Karl Marx
Para la mujer el varón no debe ser más que un recurso. Un recurso no-renovable Horst Matthai Quelle
Pronto, como un lebrel, acecho botas, medias. Reconstruyo los cuerpos y ardo en fiebres hermosas. Ellas me encuentran raro y van cuchicheando. Mis deseos brutales se enganchan a sus labios... Arthur Rimbaud
Aunque ellos mismos lo ignoren, ningún creador escribe para los otros, ni para sí mismo, ni mucho menos, para satisfacer un anhelo de creación, sino porque no puede dejar de escribir. Oliverio Girondo