Oh, esos pobres pícaros que están en las grandes ciudades de la política mundial, hombres jóvenes, dotados, torturados por la ambición, que consideran su deber decir su palabra acerca de todos los sucesos... ¡Y siempre sucede algo!
Friedrich Nietzsche

Frases de Friedrich Nietzsche - Oh, esos pobres pícaros que están en las grandes ciudades de la política mundial, hombres jóvenes, dotados, torturados por la ambición, que consideran su deber decir su palabra acerca de todos los sucesos... ¡Y siempre sucede algo!

Más Frases


El ser más insignificante puede ser amado, si sabe organizar la incertidumbre.
André Maurois
Lo que más me gusta de actuar es que la gente se siente feliz. Hacer sonreír a una persona significa para mi más que cualquier cosa.
Michael Jackson
Amar es ser fiel a quien nos traiciona.
Nélson Rodrigues
Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos.
Antonio Porchia
El cooperativismo es socialismo en acción. (...) Si la sociedad es capitalista, la cooperativa es poco más que un balde en un lago, ya que sólo afecta significativamente a sus miembros y sus familias y no puede competir con los sectores oligopolistas de la economía capitalista.
Mario Bunge
Al tratar a la mayoría de la gente, no estará de más mezclar un poco de desdén: eso les hará apreciar más vuestra amistad.
Arthur Schopenhauer
Me convierto en las estrellas y en la Luna, en el amante y el amado, en el cantante y la canción. Bailo la danza de la Creación. El Creador y la Creación se unen en la plenitud. Y yo sigo danzando, danzando, danzando hasta que...solo queda la danza
Michael Jackson
Pero no han cedido ni una pulgada de terreno. No conozco seres más impávidos. Apenas se protegen. Los nuestros están siempre contentos de tener a los españoles como vecinos de sector. Considerados como tropa, los españoles son una banda de andrajosos.
Adolf Hitler
Si fuera de una persona pobre, se lo devolvería.
Yogi Berra
Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres
José Luis Sampedro