Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su tierra anegado en sangre, sino perece en la contienda Fidel Castro
Hay que repetirlo una y cien veces, camaradas: el tiempo apremia, el tiempo obra contra nosotros. Si este gobierno no es derrumbado rápidamente, a pesar del entusiasmo que demostramos en los actos públicos y de nuestra voluntad antifascista dispersa, el triunfo del fascismo en España será un hecho. José Díaz Ramos
Según mi opinión, escribimos -y me atrevo a hablar por los novelistas vivos y muertos- porque estamos en un proceso de descubrimiento, explorando la vida, a los seres humanos, a la historia que ellos hacen y que los hace. Nadine Gordimer
La vejez es, por sí misma, una enfermedad. Terencio
Fue increible para mí ver al equipo de Mac en las primeras filas. Era como si ninguno de nosotros pudiese creer que en realidad había terminado. Todo el mundo empezó a llorar Steve Jobs
Yo no tenía ninguna esperanza, y sin embargo vivía de esperanzas; desde que ella había desaparecido, no me quedaba otra cosa. No sabía qué descubrimientos, qué burlas, qué torturas me aguardaban aún. No sabía nada, y me empecinaba en creer que el tiempo de los milagros crueles aún no había terminado. Stanisław Lem
Hay animales que no hemos visto. No os creáis que son inofensivos. La vida se defenderá por muy pequeña que sea. Yann Martel
Piense en la economía como algo más parecido a un gato que a una lavadora, es decir, las políticas dirigidas a la estabilidad y la ausencia de ciclos están fuera de lugar, el Estado debe ser sólo un mecanismo de urgencia y no una niñera Nassim Taleb
Lo que ocurre es que si tienes un cerebro tan sofisticado y astuto como el nuestro, pero lo desconectas del corazón -en el sentido literario del corazón como la sede del amor y la compasión-, entonces lo que surge es una criatura muy peligrosa. Y eso es lo que somos ahora mismo. Jane Goodall
Cuanto más se ama más se sufre. Henri-Frédéric Amiel
En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad Arthur Schopenhauer