Somos seres de perversidad inmensa cada uno de nostros; villanos para quienes no existe más Dios que sus deseos, más leyes que los límites de su resistencia, más cuidados que sus placeres; sin principios, desenfrenados, disolutos, ateos. Indudablemente existen muy pocos excesos que no cometamos.
Marqués de Sade

Frases de Marqués de Sade - Somos seres de perversidad inmensa cada uno de nostros; villanos para quienes no existe más Dios que sus deseos, más leyes que los límites de su resistencia, más cuidados que sus placeres; sin principios, desenfrenados, disolutos, ateos. Indudablemente existen muy pocos excesos que no cometamos.

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El mundo fue más hermoso desde que me hiciste aliada, cuando junto de un espino nos quedamos sin palabras ¡y el amor como el espino nos traspasó de fragancia!
Gabriela Mistral
Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo el mundo ya sea para escribirlos o siquiera leerlos
Charles Bukowski
La mejor forma de cumplir con la palabra empeñada es no darla jamás.
Marlene Dietrich
La felicidad sólo depende de nuestra luz interior.
Henri Lacordaire
Si me preguntas porqué he preferido la Orden de Predicadores, responderé que es la más conforme a mi naturaleza, a mi inteligencia y a mi fin; a mi naturaleza, por su gobierno; a mi inteligencia, por sus doctrinas; a mi fin, por sus medios de acción que son principalmente la predicación y la ciencia sagrada.
Henri Lacordaire
Ahora que estás lejos de mi, no sabes cuanto te extraño !!
Anónimo
El amor platónico es como un revolver que manejamos sin darnos cuenta de que, como está cargado, en cualquier momento puede dispararse.
William Somerset Maugham
Para sentirse como en casa, quedarse en casa.
Clifton Fadiman
Esos enjambres de tantos colores de piel pertenecen todos a una misma raza, la de los damnificados por la brutalidad humana y atropellados por el carro atroz de la historia
Fernando Savater
La inteligencia da bondad, justicia y hermosura; como una ala, levanta el espíritu; como una corona, hace monarca al que la ostenta.
José Martí