Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse por un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal... ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás podrá apagarse en mi la llama de tu amor
Gustavo Adolfo Bécquer

Frases de Gustavo Adolfo Bécquer - Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse por un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal... ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás podrá apagarse en mi la llama de tu amor

Más Frases


Una doctrina hoy excelente puede resultar un anacronismo dentro de pocos años, fuerza de no evolucionar y de no adaptarse a las nuevas necesidades. Por eso hemos puesto, como primera tarea para la Escuela, el desarrollarla, terminarla y después mantenerla al día, para adaptarla a la evolución.
Juan Domingo Perón
Con frecuencia una alegría improvisada vale más que una tristeza cuya causa es verdadera. Sepamos, pues, improvisar nuestra alegría.
René Descartes
Un filósofo casado es, para decirlo claro, una figura ridícula.
Friedrich Nietzsche
A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco.
Moliere
La cosa que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos.
Gilbert Keith Chesterton
Son nuestros enemigos todos aquellos que están confabulados con el imperialismo: los caudillos militares, los burócratas, la burguesía compradora, la clase de los grandes terratenientes y el sector reaccionario de la intelectualidad subordinada a todos ellos.
Mao Zedong
Puede que la virtud no sea sino la urbanidad del alma.
Honoré de Balzac
Una monarquía debe ser gobernada por demócratas, y una república por aristócratas.
Charles Maurice de Talleyrand
El hombre es rico en cuanto se familiariza con la escasez.
Epicuro
Cuidado con a quién consideras tus amigos. Prefiero tener cuatro cuartos que cien peniques.
Al Capone