Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña, ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios serán favor tan misterioso como mirar tu sueño implicado en la vigilia de mis brazos.
Jorge Luis Borges

Frases de Jorge Luis Borges - Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso y tácito y de niña, ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios serán favor tan misterioso como mirar tu sueño implicado en la vigilia de mis brazos.

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Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero soy yo quien vivió, y no un ser ficticio, creado por mi orgullo.
George Sand
Imposible, significa que no has encontrado la solución
Henry Ford
No hay nadie que niegue que SORTU es Batasuna y, por tanto, ETA
Rosa Díez
Es bien sabido que, al realizar una cosa, cualquiera que sea, a menos que comprendamos sus circunstancias reales, su naturaleza y sus relaciones con otras cosas, no conoceremos las leyes que la rigen, ni sabremos cómo hacerla, ni podremos llevarla a feliz término.
Mao Zedong
Compuse una canción con Brian para este álbum (The Works). ¡Debería haber un eclipse! Se titula 'Is this is the world we created
Freddie Mercury
Empezaré haciendo algo muy impopular, algo que no encaja en las modas intelectuales de hoy en día, y que, por lo tanto, es anti consenso: Empezaré por definir los términos que emplee, para que así sepa usted de qué estoy hablando....
Ayn Rand
Una de las leyes básicas de la política es que la acción se aleja del centro. La mitad de la carretera sólo es popular cuando no está pasando nada.
Hunter S. Thompson
El gusto está hecho de mil repulsiones.
Paul Valéry
Es preferible morir a odiar y temer: es preferible morir dos veces a hacerse odiar y temer.
Friedrich Nietzsche
Las personas siempre han contado cuentos. Mucho antes de que la humanidad aprendiera a leer y escribir, todo el mundo escuchaba cuentos. Y había narradores que los contaban mejor que otros, es decir, que la gente les creía más sus mentiras.
Günter Grass