Yo no persuadía a la gente con palabras, porque las palabras poco persuaden. Yo persuadí a la gente con hechos y con ejemplos. Yo les decía: Hay que trabajar. Pero yo le metía desde las cinco de la mañana hasta el otro día a las cinco.
Juan Domingo Perón

Frases de Juan Domingo Perón - Yo no persuadía a la gente con palabras, porque las palabras poco persuaden. Yo persuadí a la gente con hechos y con ejemplos. Yo les decía: Hay que trabajar. Pero yo le metía desde las cinco de la mañana hasta el otro día a las cinco.

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Han notado que la mayoría de las mujeres que están en contra del aborto son mujeres que usted no se querría tirar en primer lugar, hay cierto balance en la naturaleza
George Carlin
Bendita sea la parte de nosotros que nos protege de tanto dolor y tristeza. En el corazón de la vida hay una caja de fusibles.
Yann Martel
La felicidad siempre viaja de incógnito. Sólo después que ha pasado, sabemos de ella.
Anónimo
Si todas las injusticias fuesen reparadas en este mundo, no se hubiera imaginado nunca otro para repararlas.
Anatole France
Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como ahora. Empezaron a serlo al pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escuchar tus quejas. Así que, antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación
Bill Gates
Sr. Wurlitzer, en este momento estoy en posición de recibir su órgano.
Bertolt Brecht
No cedas frente a los malvados, sino opónte a ellos ardientemente
Virgilio
Con mis fotografías se podría haber alfombrado el Hollywood Boulevard de acera a acera.
Ava Gardner
Mi justo vivirá por la fe; mas si es cobarde, mi alma no se complacerá en él
Pablo de Tarso
¿Qué poco vale uno ya! Hasta las ratas se suben a ensuciar la azotea de los pensamientos. Esto es lo que hay de nuevo en mi vida: ratas. Ya tengo ratas, piojos, pulgas, chinches, sarna. Este rincón que tengo para vivir será muy pronto un parque zoológico, o mejor dicho, una casa de fieras...
Miguel Hernández