Quienes son respetables son las personas no las creencias
Fernando Savater

Frases de Fernando Savater - Quienes son respetables son las personas no las creencias

Más Frases


Más traiciones se cometen por debilidad que por un propósito firme de hacer traición.
François de La Rochefoucauld
Siempre he estado rodeado de mujeres, me atrae mucho el alma femenina
Antonio Gala
Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España. El sentido de la Patria no es un mito
Manuel Azaña
Una forma de ayudar es mejorando la vida de la gente que vive allí para que ellos formen parte del esfuerzo para proteger el mundo natural. La combinación de pobreza extrema con una población creciente lleva a la destrucción del medio ambiente porque esta gente está tratando de sobrevivir.
Jane Goodall
-Todos los innovadores de espíritu, llevan en la frente por algún tiempo a señal pálida y fatal del chandala, porque ellos mismos sienten el terrible abismo que les separa de todo lo tradicional y venerado.
Friedrich Nietzsche
A veces en el silencio de la noche, todos sus recuerdos le eran devueltos con la plenitud de una canción de infancia... En la soledad, nadie escapa a los recuerdos.
Antoine de Saint-Exupéry
Considere su empresa como un organismo vivo que respira, porque exactamente eso es. Esas cifras que le llegan en hojas de cálculo reflejan el estado de salud de su criatura. Elimine las células dañinas y deje florecer las buenas
Donald Trump
Ritmo -dijo Stephen-, es la primera y formal relación estética entre parte y parte en un conjunto estético, o entre el conjunto estético y sus partes o una de sus partes, o entre una parte del conjunto estético y el conjunto mismo.
James Joyce
Antes de actuar hay que observar con lucidez una realidad no siempre grata, hay que tomar consciencia de las dificultades para transformar esta realidad.
Albert Jacquard
Confieso que no me entusiasma el ideal de vida que nos presentan aquellos que creen que el estado normal del hombre es luchar sin fin para salir de apuros, que esa refriega en la que todos pisan, se dan codazos y se aplastan, típica de la sociedad actual, sea el destino más deseable de la humanidad
John Stuart Mill