Le quedaban por conocer muchas noches en las que sucumbiría a mujeres que su avidez y el alcohol le harían juzgar deseables, para llevarse las manos a la cabeza al descubrir que se había metido en la cama con descomedidas parientes de Oliver Hardy o con casquivanas émulas de Bela Lugosi.
Javier Marías
Frase Aleatoria

Frases de Javier Marías - Le quedaban por conocer muchas noches en las que sucumbiría a mujeres que su avidez y el alcohol le harían juzgar deseables, para llevarse las manos a la cabeza al descubrir que se había metido en la cama con descomedidas parientes de Oliver Hardy o con casquivanas émulas de Bela Lugosi.

Más Frases

... de qué modo les habló Dios es algo que no resulta claro.
Thomas Hobbes
Advertir la vida mientras se vive, alcanzar a vislumbrar su implacable grandeza, disfrutar del tiempo y de las personas que lo habitan, celebrar la vida y el sueño de vivir, ése es su arte.
Doménico Cieri Estrada
El problema es que la información no es el entendimiento.
Nadine Gordimer
El cristianismo se basa en la mentira de que el hombre no puede saber por sí mismo lo que es el bien y el mal
Friedrich Nietzsche
Posiblemente el servicio meteorológico -de la televisión pública catalana- es el que hace mejor servicio, ya que detrás del presentador, y durante diez minutos, aparece en pantalla el mapa del imperio, que empieza por el Norte en Perpignan y acaba por el Sur rayando con Murcia.
Albert Boadella
Si se me considera un mito, es mérito de los Estados Unidos.
Fidel Castro
Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.
Mahatma Gandhi
El que menos necesita del mañana es el que avanza con más gusto hacia él
Epicuro
Sin los campesinos pobres, no hay revolución. Negar su papel es negar la revolución. Atacarlos es atacar a la revolución.
Mao Zedong
Aún más, ellos dicen (los filósofos) que Dios no puede jamás ser demostrado a priori, ya que él no tiene ninguna causa, sino tan sólo con probabilidad o a través de sus efectos.
Baruch Spinoza