En los triunfos anida siempre el cauteloso germen de la derrota. Camilo José Cela
Todos los afectos más sagrados no son más que una perezosa costumbre. Cesare Pavese
El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a nuestros deseos y cumpliéndolos. Henri-Frédéric Amiel
Si te parece que sabes mucho y entiendes mucho, ten por cierto que es mucho más lo que ignoras Tomás de Kempis
Nunca debemos avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el polvo cegador de la tierra a que a veces cubre y mancilla nuestro endurecido corazón. Charles Dickens
Todo necio confunde valor con precio. Antonio Machado
Tendrás que ser vencedor de ti mismo para poder vencer a los demás. Kalimán
Cállate o di algo mejor que el silencio. Pitágoras
El temor le pone alas a los pies. Virgilio
Que el esposo dé a esposa lo que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo también a esposo. La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; así mismo, también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa. No se priven el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado... Pablo de Tarso
El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo Gustavo Adolfo Bécquer