La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales.
Milan Kundera

Frases de Milan Kundera - La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales.

Más Frases


De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma
Jesús de Nazaret
Las mujeres necesitamos la belleza para que los hombres nos amen, y la estupidez para que nosotras amemos a los hombres.
Coco Chanel
Y un montón de solos caminando por la vida van solos y vienen solas. Pero nosotros, entendemos el blues.
Celeste Carballo
Soy un pastor de gloria y desamores soy el odio, la memoria y el dolor de los dictadores
Kase.O
El aeronavego astral que habitó la Tierra en la civilización caldea trajo entonces naves con formas de gigantescos peces rojos y las usó para portar humanos seres al planeta Ki En Ki. Hoy de nuevo traerá sus gigantes naves rojas para igual salvar de los tres humos a los seres terrenos y por tales al Ki En Ki. ¡Les regresará en el año 2000!
Benjamín Solari Parravicini
El ser humano es ciego para sus propios defectos. Jamás un villano del cine mudo se ha proclamado villano. Tampoco el idiota se denomina idiota. Los defectos existen dentro de nosotros, activos y militantes, pero inconfesos. Jamás he visto un individuo subir al escenario y anunciar, de rostro erguido: 'Señoras y señores, soy un canalla.
Nélson Rodrigues
Iré, cuando la tarde cante, azul, en verano, herido por el trigo, a pisar la pradera; soñador, sentiré su frescor en mis plantas y dejaré que el viento me bañe la cabeza.
Arthur Rimbaud
Hay algo reprobable en mostrarse demasiado cariñoso cuando uno se va, como para que lo echen de menos
Marguerite Yourcenar
La competencia por alcanzar riquezas, honores, mando o cualquier otro poder lleva al antagonismo, a la enemistad y a la guerra.
Thomas Hobbes
He aprendido a buscar mi felicidad limitando mis deseos en vez de satisfacerlos
John Stuart Mill