Allí la cuestión era ganar dinero y a mí eso no me preocupaba, una vez cubiertas mis necesidades. Ganar dinero era una preocupación secundaria frente a la cuestión de vivir, de experimentar sentimientos, emociones, el aprendizaje. No me interesaba procurar tener más sino hacerme mejor dentro de lo posible.
José Luis Sampedro

Frases de José Luis Sampedro - Allí la cuestión era ganar dinero y a mí eso no me preocupaba, una vez cubiertas mis necesidades. Ganar dinero era una preocupación secundaria frente a la cuestión de vivir, de experimentar sentimientos, emociones, el aprendizaje. No me interesaba procurar tener más sino hacerme mejor dentro de lo posible.

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Es preciso dar a la educación dos metas de igual importancia: por un lado, la formación de la razón y la capacidad de acción racional; por el otro, el desarrollo de la creatividad personal y del reconocimiento del otro como sujeto.
Alain Touraine
El se desmayó delante de mi. No fueron las pastillas, fueron los hombres de gris.
Charly García
Un hombre que pasa por tímido está a merced de todos los granujas
Pierre-Augustin de Beaumarchais
Para que el amor fraterno sea realmente verdadero, debe ser tal que el bien de uno sea para el bien de todos, y el mal de uno lo sientan todos
Juan Bosco
¿Por qué no dejo de destrozar mi vida buscando respuestas que jamás voy a encontrar, y me dedico a disfrutarla mientras dure?
Woody Allen
No pensaban suficientemente hondo, así que su sentir no descendía hasta los fondos.
Friedrich Nietzsche
El verdadero amor, el amor ideal, el amor del alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada, sin exigirle a cambio la nuestra.
Jacinto Benavente
Y una mañana comprendí que a veces gana, el que pierde a una mujer.
Joaquín Sabina
Nada se parece más a un hombre honesto que un pícaro que conoce su oficio.
George Sand
No debe olvidarse nunca que las guerras más implacables no son nunca las guerras por cosas; son las guerras por la insensateces que han dicho de las cosas tales o cuales elocuentes idealismos; en otros términos, las guerras de religión.
Aldous Huxley