Leyendo todos aquellos nombres, sumando tantos esfuerzos intelectuales, en todos los campos, uno no podía dejar de pensar que entre esos miles de hipótesis, una al menos tenía que ser justa, y que en todas ellas había sin duda un grano de verdad; la realidad no podía ser enteramente distinta.
Stanisław Lem

Frases de Stanisław Lem - Leyendo todos aquellos nombres, sumando tantos esfuerzos intelectuales, en todos los campos, uno no podía dejar de pensar que entre esos miles de hipótesis, una al menos tenía que ser justa, y que en todas ellas había sin duda un grano de verdad; la realidad no podía ser enteramente distinta.

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Qué nueva identidad me dio tu muerte, qué nuevo amor con el que hablo contigo, me dio un lenguaje libre de palabras y un infinito amigo.
Beatriz Villacañas
Mi familia me enseñó a buscar siempre lo mejor de las personas. ¡Amo a las personas! Me encanta pasar tiempo con ellas y aprender de ellas
Richard Branson
Les he planteado a algunos que gobiernan lo siguiente: una cosa es tener el poder en las manos y otra es incidir. No perdono un gobierno que me diga que no tenemos recursos porque somos pobres. No, tienen el poder en sus manos: o son consecuentes o no tienen voluntad política.
Rigoberta Menchú
Las revoluciones profundas, de largo curso y huella duradera; no las hacen escritores, sino oradores
Adolf Hitler
La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale.
Manuel Vicent
Que la eternidad fluya por mis manos y en los labios el alboroto colosal del cosmos.
Luis Alberto Costales
¿Quién es, pues, el creador y padre de este Universo? Difícil es encontrarlo; y cuando se ha encontrado, imposible hacer que la multitud lo conozca.
Platón
Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.
Cicerón
Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.
Martin Luther King
¿Cómo era posible que el hombre tuviese tanto poder, estuviese tan lleno de virtud y, al mismo tiempo, fuera tan vil y rastrero?
Mary Shelley