¡No sabéis cómo se puede disfrutar de la democracia! En mi caso llegué a ser presidente del Gobierno
José Luis Rodríguez Zapatero

Frases de José Luis Rodríguez Zapatero - ¡No sabéis cómo se puede disfrutar de la democracia! En mi caso llegué a ser presidente del Gobierno

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Pero soy voraz con la vida. Hago demasiado de todo durante todo el tiempo. De repente, un día me fallará el corazón. El Cangrejo de Hierro me llevará como se llevó a mi padre. Pero yo no le tengo miedo al cangrejo. Al menos habré muerto de una enfermedad honorable. Tal vez, en mi lápida, inscriban: Este hombre murió a fuerza de vivir demasiado.
Ian Fleming
En la primavera de la vida, hasta las espinas florecen y hasta las penas tienen un sabor de felicidad.
Ignacio Manuel Altamirano
Las casualidades son las cicatrices del destino. No hay casualidades, somos títeres de nuestra inconsciencia
Carlos Ruiz Zafón
El PSOE era el último seguro frente al peligro comunista. Estados Unidos y Alemania Federal vigilaban atentamente la Transición y hasta el gobierno soviético de Breznev buscaba el fracaso de un PCE celoso de su autonomía
Santiago Carrillo
Como dice el proverbio: "El pez no vive en el agua clara". Son las algas las que le permiten desarrollarse plenamente hasta su madurez.
Yamamoto Tsunetomo
Estábamos todos en este barco que fueron los sesenta, nuestra generación, un barco que iba a descubrir el Nuevo Mundo. Y los Beatles viajaban la cofa.
John Lennon
El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad.
John F. Kennedy
Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras.
Friedrich Nietzsche
Es cierto que no eres muy alto, pero sí bastante feo. Pero yo soy lo suficientemente bajo y feo como para tener el mismo éxito con las mujeres. El secreto no era ser tú, sino ser yo.
Woody Allen
No se necesitan nueve meses, se necesitan cincuenta años para hacer un hombre, cincuenta años de sacrificio, de voluntad, de... ¡tantas cosas! Y cuando ese hombre está hecho, cuando ya no queda en él nada de la infancia ni de la adolescencia, cuando verdaderamente es un hombre, no sirve nada más que para morir
André Malraux