No concibo otra forma de escribir que en primera persona. Es la única real y sincera, porque ¡cómo va a saber un pobre hijo de vecino lo que están pensando dos o tres o cuatro personajes! ¡No sabe uno lo que está pensando uno mismo con esta turbulencia del cerebro va a saber lo que piensa el prójimo!
Fernando Vallejo

Frases de Fernando Vallejo - No concibo otra forma de escribir que en primera persona. Es la única real y sincera, porque ¡cómo va a saber un pobre hijo de vecino lo que están pensando dos o tres o cuatro personajes! ¡No sabe uno lo que está pensando uno mismo con esta turbulencia del cerebro va a saber lo que piensa el prójimo!

Más Frases


Vivimos en un mundo en el que un loco hace muchos locos, mientras que un sabio hace pocos sabios
Georg Christoph Lichtenberg
Si algo es sagrado, ése es el cuerpo humano.
Walt Whitman
Durante la guerra, dice Jenofonte, los lacedemonios elevaban siempre sus plegarias a la mañana muy temprano, para anticiparse a sus enemigos y comprometer así a los dioses en favor suyo, por ser los primeros solicitantes.
David Hume
El amor me impulsa y me hace hablar así
Dante Alighieri
Nosotros, por nuestra carne, nuestra sangre y nuestro cerebro, pertenecemos a la naturaleza, nos encontramos en su seno, y todo nuestro dominio sobre ella consiste en que, a diferencia de los demás seres, somos capaces de conocer sus leyes y de aplicarlas adecuadamente
Friedrich Engels
No es humano el deber que por soñar con una humanidad perfecta es inexorable con los hombres.
Jacinto Benavente
Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar
Karl Marx
Aquel que esté libre de pecado que arroje la primera piedra
Jesús de Nazaret
La corona de la verdadera nobleza es una corona de espinas.
Thomas Carlyle
-La domesticación no mejora a la bestia, la enferma, hace que se aborrezca a si misma, la llena de odio hacia los instintos vitales, la llena de desconfianza hacia todo lo que sigue siendo fuerte y feliz. En una palabra, la hace cristiana.
Friedrich Nietzsche