Para nuestros propios defectos somos topos; para los ajenos, linces Anónimo
Mi nombre es lo bastante célebre para que yo lo manche con una infracción a mis promesas. José de San Martín
No se sabe nada de la muerte: en el más allá hay censura gubernativa Enrique Jardiel Poncela
Ningún sistema socialista puede ser establecido sin una policía política Winston Churchill
El principio es la mitad del todo. Pitágoras
Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella. Confucio
Al pasar un barco entre dos casas, parece un barco de teatro entre bastidor y bastidor. Ramón Gómez de la Serna
No es que se pueda ser desinteresado, no hay ser viviente que sea desinteresado, hay una cuota dentro de nosotros que así nos mandata, la vida es el juego de solidaridad, de fraternidad. A la alta política le interesa ese cariño de la gente, algo que se transmite, que no tiene precio y que no se compra en el supermercado. José Mujica
El amor existió antes que el alma Eduardo Punset
La muerte es una amarga pirueta de la que no guardan recuerdo los muertos, sino los vivos. Camilo José Cela
Horace o Boileau han dicho tal cosa delante de ti. - ¿Puedo tomar su palabra para ella, pero lo he utilizado como la mía. Es posible que no tengo el mismo pensamiento correcto después de ellos, como otros pueden tener tras de mí? Jean de la Bruyere