Las ciudades obligan al crecimiento, y hacen que el hombre sea chistoso y hablador, pero todo es artificial. Ralph Waldo Emerson
La vanidad es la base de toda revolución, la libertad no es más que un pretexto Marlene Dietrich
Si dejamos que el amor de Cristo cambie nuestro corazón, entonces nosotros podremos cambiar el mundo. Ese es el secreto de la auténtica felicidad. Benedicto XVI
Aunque la pornografía es gravemente peligrosa, también es cierto que no se conoce ni un solo caso de muerte provocada por la pornografía. Jaume Perich
Hasta creo haber superado el momento halagador del aplauso para quedarme en la pura alegría del cantar, ahí encuentro yo toda la felicidad. Mercedes Sosa
La victoria pertenece al más perseverante. Napoleón Bonaparte
Es vil superstición. Y así, la meta de los valientes se convierte en vaivén de necios; la noble ambición de personas elevadas, en juguete de esas liebres domesticadas. Mary Shelley
Siempre dije que el único dios es el tiempo Pablo Hasél
El recuerdo del mal pasado es alegre. Cicerón
Cuando disecciono y destrozo a un animal vivo, oigo en mi interior al amargo reproche de que con una mano brutal y torpe estoy estropeando un mecanismo artístico incomparable Iván Pávlov
No hay nada tan conmovedor como un enamorado que se llega a las puertas de la amada y cuenta sus dolencias a los goznes y a los cerrojos. Moliere