El mejor jugador de ajedrez del mundo no puede llegar a otra cosa que ser simplemente el mejor jugador de ajedrez
Edgar Allan Poe

Frases de Edgar Allan Poe - El mejor jugador de ajedrez del mundo no puede llegar a otra cosa que ser simplemente el mejor jugador de ajedrez

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¡No me seas comodón! No esperes el año nuevo para tomar resoluciones: todos los días son buenos para las decisiones buenas.
Josemaría Escrivá de Balaguer
El mundo de la televisión imposibilita que los individuos participen en lo que debería ser una conversación nacional.
Al Gore
El cristianismo negó el profundo instinto del modo como debe vivirse para sentirse en el cielo, para sentirse eterno.
Friedrich Nietzsche
¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis
Francisco de Sales
Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.
Blaise Pascal
Nunca he visto la más mínima prueba científica de las ideas religiosas del cielo y el infierno, de la vida futura de los individuos, o de un Dios personal. En lo que concierne a la religión actual, se trata de una maldita farsa... La religión es una tontería
Thomas Edison
El hombre puede vivir y estar sano sin que tenga que matar animales para alimentarse. Si come carne se hace culpable del asesinato de los animales, sólo para dar gusto a su propio paladar
León Tolstoi
No hay muro, por alto, ancho o largo que sea, y cualquiera que sea el material que lo conforme, que pueda imponerse al sueño de una vida mejor. No hay muro ni foso que prevalezcan frente al intento de conquistar un futuro en bienestar.
José Luis Rodríguez Zapatero
El mal no es nunca radical, sólo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie.
Hannah Arendt
Yo no sé cómo es el alma, pero si es que existe, los motores deben tener una, porque se quejan, se desesperan, se rebelan y se comportan como niños a los que se forma, día a día, educándolos.
Enzo Ferrari