El fin no puede justificar los medios, por la sencilla y clara razón de que los medios empleados determinan la naturaleza de los fines obtenidos. Aldous Huxley
¿Se te apagó la luz o la encontraste?, ¿se te safó un tornillo o lo apretaste?, ¿cuál es la dimensión de la locura?, ¿si es más cuerdo el que piensa o el que mira la luna? Ricardo Arjona
La publicidad es una sarta permanente de promesas y juramentos al consumidor Fernando Savater
Después de tanto error pasado, tantas represalias, tanto peligro, resurge en otro el viejo amigo nunca perdido, siempre reencontrado Vinicius de Moraes
Tan vecinos y tan lejos, verte y no verte. Tan jóvenes y tan viejos, muera la muerte. Joaquín Sabina
Cuanto más estamos gobernados por idiotas que no tienen ningún control sobre nuestro destino, más tenemos que contar historias entre sí sobre quién somos, por qué somos, de dónde venimos, y lo que podría ser posible, o lo que es imposible. ¿Qué es una fantasía? Alan Rickman
El Buda fue un reformador en el sentido más profundo del término, alguien que quería llegar a la esencia original para adaptarla a las necesidades de una determinada época. (...) El Buda, por tanto, es el hombre que despertó y descubrió su verdadera identidad. Alan Watts
¿No es extraño que se pueda acceder a los más altos cargos honoríficos del mundo (rey) sin hacer exámenes, y que a cualquier médico de provincias se le exija examinarse? Georg Christoph Lichtenberg
Hoy, el gusto por el defecto es tal que sólo parecen geniales las imperfecciones y sobre todo la fealdad. Cuando una Venus se parece a un sapo, los seudoestetas contemporáneos exclaman: ¡Es fuerte, es humano!. Salvador Dalí
Es cierto que en todo arte es muy difícil aprender los puntos fuertes del maestro, pero en cambio, sus puntos débiles son imitados fácilmente. Estos no son, desde luego, de ninguna utilidad para sus discípulos. Yamamoto Tsunetomo
Un hombre como ése piensa que el miedo puede ganar lealtades. —Muchos amos con un látigo pueden atestiguar que funciona. —No se gana lealtad, sólo obediencia, y sólo mientras el látigo está presente. Orson Scott Card