Cuando miro las viviendas desalquiladas de Asunción –ya que muchas familias no aguantan más y huyen al campo- pienso en la tierra. ¡Bendita crisis descentralizadora! ¡Caballeros elegantes y tronados, id a rascar la tierra fecunda! ¡Señoras empolvadas, no contempléis más tiempo los figurines de Buenos Aires; id a criar gallinas! La tierra nos salvará, la tierra en que retoñan las razas. Rafael Barrett
La organización de este torneo (Buenos Aires 1939), único en cuanto a sus proporciones en la historia ajedrecística, demuestra también que el gran sentido cultural de nuestro juego -que asocia tan felizmente los elementos del deporte y de las artes- es en la hora actual reconocido sin discusión por el mundo entero. Alexander Alekhin