Yo fui también, antaño, un columpiador de árboles; muy a menudo sueño en que volveré a serlo, cuando me hallo cansado de mis meditaciones, y la vida parece un bosque sin caminos donde, al vagar por él, sentirnos en la cara ardiente el cosquilleo de rotas telarañas, y un ojo lagrimea a causa de una brizna, y quisiera alejarme de la tierra algún tiempo, para luego volver y empezar otra vez. Robert Frost
Yo fui también, antaño, un columpiador de árboles; muy a menudo sueño en que volveré a serlo, cuando me hallo cansado de mis meditaciones, y la vida parece un bosque sin caminos donde, al vagar por él, sentirnos en la cara ardiente el cosquilleo de rotas telarañas, y un ojo lagrimea a causa de una brizna, y quisiera alejarme de la tierra algún tiempo, para luego volver y empezar otra vez. Robert Frost
Recuerdo la primera vez que tuve que irme a dormir. Mi mamá me dijo: Steven, hora de ir a dormir, yo le dije Pero no se cómo. Ella dijo, Es muy sencillo, caminas hasta el final del cansancio y después doblas a la izquierda. Así que fui hasta el final de cansancio y sólo por curiosidad giré a la derecha. Mi madre estaba allí, y me dijo: ¿No te dije que te fueras a dormir? Steven Wright