El nunca pierde la paciencia, ni duda, ni se queja; siempre tiene esperanza, trabaja y espera tan alegremente, que uno se avergüenza de conducirse de otra manera delante de él. Ayudándome y confortándome, me demostró que yo tenía que practicar todas las virtudes que deseaba que mis hijas poseyeran, porque yo era para ellas un ejemplo. Louisa May Alcott
Es como esos letreros, que uno ve cuando pasa por las autopistas que dicen 'No podemos conducir por ti'; y yo siempre pienso: ¿y quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mí? Pues eso es lo mismo,quien te ha dicho a ti... las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber? Déjeme que las beba tranquilo, mientras no ponga en riesgo a nadie ni haga daño a los demás. José María Aznar