El régimen sedicente comunista falló por no ser auténticamente socialista: porque, lejos de socializar la economía, la política y la cultura, las estatizó y, a su vez, sometió el Estado a la dictadura del partido. Una vez más: no puede haber socialismo auténtico, o sea, igualdad, allí donde el poder económico, político y cultural están concentrados en manos de una pequeña minoría. Mario Bunge
Hoy, la grandeza de un país se mide en su esfuerzo por defender y ampliar los derechos ciudadanos en su impulso hacia la igualdad plena, en su capacidad de hacer una energía que contribuya al crecimiento cultural, social y económico. Es así como se hace fuerte a un país, haciendo más poderosos a todos sus ciudadanos José Luis Rodríguez Zapatero