Los estadounidenses escribimos nuestra propia historia. Y los capítulos de los que estamos más orgullosos son aquellos en los que tenemos el coraje de cambiar. Una y otra vez, los estadounidenses hemos visto la necesidad de cambiar y hemos tomado la iniciativa para traer ese cambio a la vida. Al Gore
Antes, los eruditos sabían chino y escribían una prosa correcta y armoniosa. La gente no habla así. Todos los días aparecen palabras nuevas, simpáticas como esas ratitas. Y, como a esas ratitas, no les importa lo que roen. Las palabras cambian con tanta rapidez que uno experimenta vértigo. Por eso su vida es muy breve, y aunque sobrevivan se vuelven obsoletas... Como las novelas que escribimos. Yasunari Kawabata