El destino es el carácter. Basta con que un político, un juez, un obispo o un militar sea un tipo vanidoso, frustrado, ambicioso, desconfiado, rencoroso, frívolo o simplemente estúpido para que estas pasiones vulgares en una partida de taberna, desorbitadas por el poder, lleven a una sociedad al cataclismo. Manuel Vicent
Con mucha sabiduría, en el siglo XIX los políticos se dividían en moderados y exaltados. Entonces estaba claro que el destino de una sociedad dependía del carácter de sus gobernantes. Después de todo, un político, un juez, un obispo o un militar traslada al ejercicio del cargo las mismas pasiones que utiliza para jugar al tute o a la garrafina. Manuel Vicent
Nosotros, los anarquistas, no tememos renunciar al juez ni a la condena. No tememos declarar 'haz lo que quieras y como quieras', porque estamos convencidos de que la inmensa mayoría de los hombres, a medida que se eduquen y se quiten de encima las actuales trabas, actuarán siempre en una dirección útil a la sociedad Piotr Kropotkin
No renunciamos a nuestra facultad de amar lo que nos parezca malo. Amar y odiar, pues solo los que saben odiar saben amar. Solo pedimos una cosa: eliminar todo lo que en la sociedad actual impide el libre desenvolvimiento de estos sentimientos, todo lo que falsea nuestro juicio: Estado, iglesia, explotación, el juez, el clérigo, el gobierno, el explotador. Piotr Kropotkin