Era como si le prestaran dinero a alguien que se proponía alquilarle una propiedad a Rockefeller. Que la casa tuviera agujeros en el techo no tenía importancia alguna, si Rockefeller consentía en alquilarla, con eso le bastaba al prestamista. Aristóteles Onasis
No necesito ninguna prueba. Las leyes de la naturaleza, a diferencia de las leyes gramaticales, no admiten excepción alguna. Supongo que cuando se descubran estos elementos desconocidos, más personas nos prestarán atención Dmitri Mendeléyev