Tenía miedo de las dagas verbales.Temía la calma antes de la tormenta. Temía por mis propios huesos. Tenía miedo de tu seducción. Le temía a tu coacción. Tenía miedo a tu rechazo. Temía tu intimidación. Le tenía miedo a tu castigo. Tenía miedo de tus silencios helados. (Sympathetic Character - 1998). Alanis Morrissette
La novedad estriba en que el actuar (que supera la frontera del trabajo) se presenta hoy como un valor superior, como si, por no actuar, un individuo se extenuara y desapareciera. Por eso los soñadores, los que contemplan o rezan, los que aman silenciosamente o se contentan con el placer de existir, molestan y son estigmatizados Pierre Sansot
Acaso no haya nada tan considerable en la historia de los cristianos como Rancé rezando a la luz de las estrellas, apoyado en los acueductos de los césares, a la puerta de las catacumbas: el agua se lanzaba con fragor por encima de las murallas de la Ciudad Eterna, mientras la muerte, abajo, entraba silenciosamente en la tumba. François-René de Chateaubriand