Majestad, le decía al cobardón español en Cartagena con la aquiescencia de García Márquez, primer lambeculos de tiranos y granujas con poder que hoy tiene América. (Revista Soho: Por el desafuero), Soy colombiano y todo se torna muy confuso, debido al interés personal de muchos compatriotas guerreristas y desconocedores del sufrimiento del pueblo indigente, los de abajo Fernando Vallejo
No creo en Dios, lo que no quiere decir que no considere la religión un aspecto culturalmente fundamental de la existencia. Mi familia pertenecía a esa generación de judíos que se acercaron a la religión después de la guerra con una actitud que revelaba un paradójico sufrimiento del Holocausto, muchos sintieron la necesidad de acercarse a sus raíces. Paul Auster