Tendemos a desconfiar increíblemente de nuestras percepciones cuando ya son pasado y no se ven confirmadas ni ratificadas desde fuera por nadie, renegamos de nuestra memoria a veces y acabamos por contarnos inexactas versiones de lo que presenciamos, no nos fiamos como testigos ni de nosotros mismos
Javier Marías

Frases de Javier Marías - Tendemos a desconfiar increíblemente de nuestras percepciones cuando ya son pasado y no se ven confirmadas ni ratificadas desde fuera por nadie, renegamos de nuestra memoria a veces y acabamos por contarnos inexactas versiones de lo que presenciamos, no nos fiamos como testigos ni de nosotros mismos

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Nuestro mundo no es el universo. Quizá haya un lugar donde Jesucristo no ha muerto.
Graham Greene
La mujer adora al hombre igual que el creyente adora a Dios; pidiéndole todos los días algo
Enrique Jardiel Poncela
La naturaleza humana no es una máquina que se construye según un modelo y dispuesta a hacer exactamente el trabajo que sea prescrito, sino un árbol que necesita crecer y desarrollarse por todos lados, según las tendencias de sus fuerzas interiores, que hacen de él una cosa viva
John Stuart Mill
Tienen razón los escépticos cuando afirman que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas.
José Saramago
Deseo paciencia a los impacientes por verme desaparecer. Ya falta menos que antes
Jacinto Benavente
Yo creo que nos conviene que haya tensión. Yo voy a empezar, a partir de este fin de semana, a dramatizar un poco.
José Luis Rodríguez Zapatero
La primera ley que me indica la naturaleza es deleitarme a costa de quien sea.
Marqués de Sade
La polaridad entre los principios masculino y femenino existe también dentro de cada hombre y cada mujer. Asi como fisiológicamente tanto el hombre como la mujer poseen hormonas del sexo opuesto, así también en el sentido psicológico son bisexuales.
Erich Fromm
Desarma la ira con una respuesta delicada, que abunde la paz entre tú y todo el mundo
Talmud
En la tierra nada se presta tanto para alegrar al melancólico, para entristecer al alegre, para infundir coraje a los que desesperan, para enorgullecer al humilde y debilitar la envidia y el odio, como la Música
Martín Lutero