Aunque parezca un contrasentido, el ocio es hoy un tiempo ligado íntimamente a la producción. Es el momento del gasto. Se trabaja con intensidad para acumular dinero que luego será gastado durante las vacaciones, la segunda residencia de recreo, las diversiones, el entretenimiento, etcétera Fernando Savater
Es cierto que todo ser humano necesita diversiones, sobre todo para sobrellevar el tedio de la vida de provincias. Por ello deben dedicarse a entretenimientos de naturaleza intelectual tales como la pesca, la lectura de obras literarias, la composición de haikus o la escritura de poemas modernos... Natsume Soseki
El dinero puede comprar una cama, pero no las ganas de dormir; libros, pero no la inteligencia; alimentos, más no el apetito; una casa, más no un hogar; medicamentos, pero no la salud; lujos, pero no la cultura; diversiones, pero no la felicidad; un pasaporte a donde sea, pero no el Paraíso. Anónimo