Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1 de mayo de 1852-Madrid, 17 de octubre de 1934) fue un médico y científico español, especializado en histología y anatomía patológica.
Humanista, además de científico, está considerado como cabeza de la llamada Generación de Sabios.
Imaginada la hipótesis, menester es someterla a la sanción de la experiencia, para lo cual escogemos experimentos u observaciones precisas, completas y concluyentes. Santiago Ramón y Cajal
No basta examinar; hay que contemplar: impregnemos de emoción y simpatía las cosas observadas; hagámoslas nuestras, tanto por el corazón como por la inteligencia. Santiago Ramón y Cajal
Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer. Santiago Ramón y Cajal
La simpatía es muy frecuentemente un prejuicio sentimental basado en la idea de que la cara es el espejo del alma. Por desgracia, la cara es casi siempre una careta. Santiago Ramón y Cajal
Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión. Santiago Ramón y Cajal
Muchas veces he pensado si el mal no está puesto en el Universo como un tema de trabajo y un incentivo a nuestra curiosidad. Santiago Ramón y Cajal
Defecto por defecto, preferible es la arrogancia al apocamiento, la osadía mide sus fuerzas y vence o es vencida, pero la modestia excesiva huye de la batalla y se condena a vergonzosa inacción. Santiago Ramón y Cajal
La más ignorante y rústica de las mujeres puede engendrar un hombre de genio. Santiago Ramón y Cajal