Debería preguntarle al que me hizo la pregunta. No tuve oportunidad de preguntarle al que me hizo la pregunta. ¿De qué pregunta se trata? (Austin, Texas, 8-01-2001).
George W. Bush

Frases de George W. Bush - Debería preguntarle al que me hizo la pregunta. No tuve oportunidad de preguntarle al que me hizo la pregunta. ¿De qué pregunta se trata? (Austin, Texas, 8-01-2001).

Más Frases


Una cosa es que tú muestres la parte de ti que quieras y otra muy diferente es que te roben fotos, que te desnuden sin tu permiso. Yo me quito la ropa con quien quiero y se la dejo quitar a quien quiero, pero no me gusta que me dejen en pelotas en medio de la calle.
Alejandro Sanz
Hija, donde conociste a ese Daniel. ¿En un ascensor? ¿Subía o Bajaba? Porque cuando un ascensor baja produce una sensación en el estomago que puede confundirse con el amor.
Groucho Marx
Comportate como si el éxito fuera inevitable.
Anónimo
Habla seis veces con la misma mujer soltera y ya puedes preparar tu traje de boda.
Lord Byron
Pues son gentes aquellas que, con alma sometida al interés, hacen de la devoción oficio y granjerías, queriendo comprar créditos y dignidades a costa de mucho bajar de ojos y mucho afectado fervor.
Moliere
A este hombre le están prohibidas tanto la vida creativa como la existencia de goce, pero no sólo son significativas la creatividad y el goce; todos los aspectos de la vida son igualmente significativos, de modo que el sufrimiento tiene que serlo también.
Viktor Frankl
Así como al jinete, si quiere permanecer sobre el caballo, a menudo no le queda otro remedio que conducirlo a donde este quiere ir, también el yo suele trasponer en acción la voluntad del ello como si fuera la suya propia.
Sigmund Freud
Las guerras son beneficiosas a condición de no hacerlas.
Francisco Umbral
Siempre he tenido una fe muy natural cuando era niño. Cuando supe que Dios existía y se sentía muy libre y muy salvaje y natural, y no era religioso.
Bear Grylls
Lo único que consuela de ser pobre es la extravagancia. Y lo único que consuela de ser rico es el ahorro.
Oscar Wilde