La virilidad empieza cuando hemos aprendido a vivir en la necesidad.
Thomas Carlyle

Frases de Thomas Carlyle - La virilidad empieza cuando hemos aprendido a vivir en la necesidad.

Más Frases


Los genios son una materia explosiva en la que se halla acumulada una cantidad inmensa de potencia. Se deben a que durante largos siglos ha ido reuniéndose y atesorándose la energía para su uso sin que tuviera lugar ninguna explosión.
Friedrich Nietzsche
Sepan que están muy equivocados al tildarme de enemigo de la iglesia romana. No soy su enemigo sino que le profeso el más puro amor, así como también a la iglesia cristiana entera
Martín Lutero
Siempre he soñado que una manera elegante de acabar con este baile sería sentarse en una mecedora blanca con un sombrero de paja junto al Mediterráneo y guardar un silencio definitivo durante muchos años mirando el horizonte sin mover una pestaña.
Manuel Vicent
Hay épocas que la opinión pública es la peor de todas.
Nicolas Chamfort
El espectáculo se ha convertido en el valor de nuestra época. Ya no hay valores, nadie sabe qué cosa es buena, qué cosa es mala, qué cosa es bella, qué cosa es fea. Vivimos en una de las épocas más confusas de la historia
Mario Vargas Llosa
La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infini
Gregorio Marañón
Si el amor es la primera entre las pasiones es porque halaga a todas las demás.
Honoré de Balzac
Yo en verdad creo que hay un cierto contraste entre, por ejemplo, personas en profesiones científicas y personas que trabajan en las artes.
M. C. Escher
No hay que juzgar siempre de la generalidad de la opinión por el ruido de la aclamación.
Edmund Burke
Hay que dormirse arriba en la luz. Hay que estar despierto abajo en la oscuridad. Arriba en la luz, el corazón se abandona, se entrega. Se recoge.(...) pues se ha llegado allí, a esa luz, sin forzar ninguna puerta y aún sin abrirla, sin haber atravesado dinteles de luz y de sombra, sin esfuerzo y sin protección
María Zambrano