Si alguien disfruta marchando al ritmo de la música, en fila y al unísono, ya le desprecio simplemente por el hecho de que le han dado un cerebro erróneamente. Con la médula espinal habría bastado Albert Einstein
Desprecio profundamente a los que gustan de marchar en fila al compás de una música; no puede ser más que por error que han recibido un cerebro; una médula espinal les bastaría ampliamente Albert Einstein