Si valoramos ampliamente el papel, en último extremo decisivo, de los aparatos ideológicos del Estado capitalista, se infiere que darles la vuelta, no obstaculizando sino favoreciendo los procesos en curso, es una parte capital de toda estrategia revolucionaria moderna. Santiago Carrillo
Goethe le concede a Shakespeare que suya es la idea original de que la función del teatro es expandir las capacidades cognitivas e imaginativas del público, pero sólo obstaculizándolas. Por eso, según Goethe, Shakespeare no se acaba nunca. Harold Bloom