Preguntaba Groucho Marx: 'Señorita, ¿se acostaría usted conmigo por un millón de dólares?'. 'Por supuesto', respondía ella. '¿Y por un dolar?', preguntaba de nuevo Groucho. '¿Qué se cree usted que soy?', contestaba la dama ofendida. 'Lo que usted es ya ha quedado claro, ahora estamos negociando el precio'. Groucho Marx
Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana. Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo. Groucho Marx
Han quedado dos millones en la lucha. También ellos tienen derechos, no solamente nosotros los sobrevivientes. Hay millones de huérfanos, lisiados y viudas entre nosotros. ¡También ellos tienen derechos! Para la Alemania de hoy ninguno ha muerto ni ha quedado lisiado, huérfano o viuda. ¡Tenemos la deuda con estos millones de construir una nueva Alemania! Adolf Hitler